jueves, 30 de agosto de 2012

Julieta 21 - El pueblo de Albacete

Como me ha quemado este verano el alma, con tanto mal político, con tanto mentecato metido a aspirante a estafador. Menos que finalmente descubrí, mejor dicho me llevaron a descubrir, a cada uno lo suyo. Así de claro, me tuvieron que llevar para que en mi alma renacieran los brotes verdes de la ilusión por los conciertos de rock de los años setenta y ochenta, el rock fresco, potente y natural de un grupo de nuestra tierra. Así de claro, Julieta 21, que se presentó con atrevimiento descarado, con orgullo sólido. Me hizo soñar, me hizo recordar incluso al siempre presente Franky Franky y el ritmo provisional. Así de fuerte, así de sencillo, escuchar un directo potente, oír la voz con sustancia, penetrante de su líder, José Pérez Cuenca.



Mis células se sintieron más jóvenes más libres, más capaces de dormir mejor, de ir el lunes siguiente al trabajo, con el sentimiento de que merecía la pena vivir. Para eso sirve la asistencia a un buen concierto, no es que el grupo estrella, no me dejará de hacer soñar. Es que Julieta 21, fue capaz de hacerme vibrar todas mis vísceras.  Fue el pasado sábado veinticinco de agosto, a las once de la noche, en la Caseta de los Jardinillos, del Nueva York de la Mancha. Éxito en calidad y disfrute total. Y un aliciente para  los organizadores, que tendrán que seguir contando con Julieta 21, que tiene suficiente bagaje  para transmitir calidad de nuestra tierra. No se trataba de llenar el recinto con profesores de inglés, y por supuesto acompañados de sus alumnos.

Julieta 21, tiene la virtud de crear estado emocional. Prueben y verán lo bien que se coloca la mente. Si digo bien, prueben las vistas de los cañones del río Júcar, acompañados de su disco EQUILIBRIO.  Sentirán, que la naturaleza está para disfrutarla, para sentirla, para que nos provoque emociones. Eso es el contenido del disco de Julieta 21, una provocación emocional de nuestro espíritu. Pueden acercarse a uno de los miradores más accesibles para vehículos turismo, como el que está enfrente de Jorquera, coloquen el coche debidamente aparcado, bajen los cristales y pongan el disco de Julieta 21, denle al volumen al máximo, verán como se disfruta. Especialmente si son las 9 de la mañana, el sol lo tendrán a la espalda, y disfrutan sus oídos, hasta harán fotografía como nunca. Porque las buenas imágenes como las vivencias maravillosas, se tienen que sentir y vivir a tope, en plena naturaleza, absorbiendo todo lo que entrega el líder de Julieta 21, que lo es todo. Se percibe que nuestro cuerpo está llenándose de lo mejor que existe en el planeta Tierra. Serán cuarenta minutos para no olvidar. Sobre todo si lo vives en soledad. Sin que la asistencia de persona sensible a la buena música, a la buena naturaleza, merme la calidad de los productos que este verano todavía se pueden disfrutar.

Necesitamos llenarnos de energía, la música de Julieta 21,  es fuerza exponencialmente creciente. Nuestra vista, necesita disfrutar de imágenes vírgenes y llenas de recorrido, las hoces del río Júcar a su paso por Valdeganga, Jorquera y Alcalá del Júcar, lo permiten en grado máximo. Procúrense el places de vivenciar la naturaleza en estado puro. Podrán disfrutar de unas letras con sustancia y emoción, es posible escuchando el disco EQUILIBRIO, dotando a nuestras neuronas de esa dosis de fortaleza de nuestra condición física precisa. Porque la mente se fortalece cuando al cuerpo lo sometemos al gozo de los efectos físicos. Liberen adrenalina por todas partes, quédense, como si tuvieran veintiún años, y todo enamorados hasta las cachas. Reverberarán en sus sentimientos las sensaciones solo accesibles para las mentes emocionalmente equilibradas en su nivel de mayor potencia. Eso permite el disco de Julieta 21.

No podemos olvidar que la noche de la Caseta de los Jardinillos, fue excepcional. Disfrutamos de buena cerveza y mejor compañía, pero sobre todo, tuvimos la oportunidad de escuchar buen rock. Rock potente, Rock producido en Albacete. Es necesario que nos acostumbremos a disfrutar de los nuestros, a sentir que podemos salir adelante. Que no es cuestión de suerte. José Pérez Cuenca, líder indiscutible de Julieta 21, tiene fuerza, desparpajo y transmite muchísima ilusión.

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